miércoles, 3 de septiembre de 2008

Agricultura orgánica



AGRICULTURA ORGÁNICA


Para entender que es la agricultura orgánica debemos comprender sus antecedentes; definición; principios; objetivos; manejo orgánico del suelo, de las plagas y enfermedades, de las malezas; período de transición; proceso de certificación y finalmente la exposición de datos sobre el número de hectáreas certificadas y granjas orgánicas a nivel mundial.

Las características de estos factores son las siguientes:

ANTECEDENTES

Con el desarrollo de la industria la actividad agropecuaria se tecnificó dando inicio a la practica de una nueva forma de producción agrícola conocida como revolución verde, labor basada en una producción intensiva de monocultivos con variedades de alto volumen de rendimiento a través del uso de fertilizantes, herbicidas y plaguicidas sintéticos y grandes maquinarias para las labores de preparación del terreno, cultivo, siembra y cosecha .

Agricultura comercial que ha generado problemas graves de contaminación en las fuentes de agua, compactación de los suelos, disminución de la diversidad biológica y en general un desequilibrio ecológico de los agroecosistemas, además de alteraciones en la salud de los trabajadores y consumidores por el manejo y presencia de residuos de los productos sintéticos utilizados para el control de las malezas, plagas y enfermedades de los cultivos .

Impactos negativos que empezaron a aparecer en la década del 70 y 80 despertando el interés y conciencia sobre temas ambientales y orgánicos en agricultores y consumidores que hacen los primeros esfuerzos por desarrollar sistemas agrícolas con bajo uso de insumos externos y que finalmente en el 90 empieza a experimentar un fuerte crecimiento como agricultura orgánica –producción sostenible e integral y mas amigable con el medio ambiente- acompañada por tecnologías orgánicas innovadoras y sistemas mas eficientes de distribución, todo bajo la mirada atenta de los consumidores y una política progresiva y exigente de seguridad alimentaria y cuidado de los recursos naturales por parte de algunos países.

DEFINICIÓN DE AGRICULTURA ORGÁNICA

A nivel mundial existen dos organizaciones que son referentes para la definición y lineamentos de la agricultura orgánica, los lineamientos son genéricos y se convierten en herramientas bases para que cada país desarrolle sus propios reglamentos y normas requeridas para la producción y comercialización de productos orgánicos. Estas organizaciones son la Comisión del Codex Alimentarius y la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Orgánica conocida con las siglas de IFOAM.

La comisión del Codex Alimentarius establecida por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la alimentación (FAO) y la Organización Mundial de Salud (OMS) en la reunión de 1999, Rev. 1-2001, definió a la agricultura orgánica como un “sistema holístico de gestión de la producción que fomenta y mejora la salud del agroecosistema, y en particular la biodiversidad, los ciclos biológicos y la actividad biológica del suelo. Hace hincapié en el empleo de prácticas de gestión prefiriéndolas respecto al empleo de insumos externos a la finca, teniendo en cuenta que las condiciones regionales requerirán sistemas adaptados localmente. Esto se consigue empleando, siempre que sea posible, métodos culturales, biológicos y mecánicos, en contraposición al uso de materiales sintéticos, para cumplir cada función específica dentro del sistema’.

La IFOAM define la agricultura orgánica o ecológica como “todos los sistemas agrícolas que promueven la producción sana y segura de alimentos y fibras textiles desde un punto de vista ambiental, social y económico. Estos sistemas parten de la fertilidad del suelo como base para una buena producción. Respetando las exigencias y capacidades naturales de las plantas, los animales y el paisaje, busca optimizar la calidad de la agricultura y el medio ambiente en todos sus aspectos. La agricultura orgánica reduce considerablemente las necesidades de aportes externos al no utilizar abonos químicos ni plaguicidas u otros productos de síntesis. En su lugar permite que sean las poderosas leyes de la naturaleza las que incrementan tanto los rendimientos como la resistencia de los cultivos”.

La comunidad orgánica internacional representada por IFOAM concertó los principios comunes de la agricultura orgánica en:

Mejorar y mantener el paisaje natural y los agroecosistemas.
Evitar la sobre explotación y la contaminación de los recursos naturales.
Minimizar el consumo de energía y de los recursos naturales no renovables.
Producir la suficiente cantidad de alimentos sanos, nutritivos y de alta calidad.
Proveer entornos adecuados en un ambiente de trabajo seguro y saludable.
El modelo de agricultura orgánica tienen sus bases en la sostenibilidad y debe verse en un sentido integral que incluye objetivos ecológicos, económicos y sociales.

MANEJO ORGÁNICO DEL SUELO Y LA FERTILIDAD

El suelo es uno los recursos naturales más importante para el crecimiento de las plantas y del cuidado y forma como se maneje dependerá el rendimiento de los cultivos. El suelo es considerado como un hábitat para plantas, animales y microorganismos pues todos están interconectados entre si. El suelo se compone de materia orgánica; poros y partículas minerales. Ver figura 3.

La materia orgánica o humus, es el resultado de la descomposición de la biomasa (plantas, agua, aire y nutrientes) con la ayuda de animales y microorganismos, es de vital importancia para la fertilidad del suelo, esta presente en el estrato superior de éste y debido a su larga permanencia constituye un aporte importante para mejorar su estructura.

La materia orgánica en el suelo provee un medio adecuado para los microorganismos, su parte visible actúa como pequeñas esponjas mientras que la parte no visible lo hacen como adhesivo, además facilita la aireación e infiltración del agua lluvia y de la irrigación.

La fertilidad del suelo es uno de los temas centrales en la agricultura orgánica porque para que las plantas crezcan necesitan obtener del terreno las condiciones adecuadas para el crecimiento de la raíz, suministro apropiado de agua y nutrientes.

Algunas prácticas recomendadas para mejorar y conservar la fertilidad del suelo en agricultura orgánica de acuerdo con IFOAM son:

Protección del suelo de la luz del sol y de la lluvia fuerte por medio de una cubierta de plantas (mulching con residuos de plantas, el uso de abonos verdes o siembras de cultivos de cobertura) practicas que impiden la erosión del suelo y conservan la humedad.
Rotación de cultivos adecuada o cultivos asociados. Secuencia adecuada de cultivos anuales impide la erosión del suelo.
Método apropiado de labranza del suelo, es necesario para obtener una buena estructura sin causar erosión y compactación.
Buen manejo de nutrientes como aplicación de estiércoles, compost y fertilizantes según la demanda de los cultivos en sus respectivas etapas de crecimiento.
Protección y alimentación balanceada a los organismos del suelo.

Existen tres métodos para asegurar una oferta continua de nutrientes provenientes de la materia orgánica y facilitar la nutrición de las plantas, el primero es variando la cantidad de material orgánico, el segundo haciendo rotación de los cultivos y el tercero es provocando la movilización de los nutrientes del suelo.

Los nutrientes principales que requieren las plantas son los macro y micro nutrientes, los macro son el nitrógeno, fósforo, potasio, calcio entre otros, requeridos en grandes cantidades y los micro son el zinc, magnesio, hierro entre otros, requeridos en pequeñas cantidades.

Los poros corresponden a la distribución espacial de partículas conocida también como estructura del suelo, los de menor tamaño son mejores para conservar la humedad y por lo tanto evitar una infiltración rápida del agua de lluvia o riego. La estructura ideal del suelo es aquella que contenga partículas estables, muchos poros para una buena aireación y drenaje y fácil penetración de las puntas de las raíces. La estructura del suelo se puede mejorar aplicando materia orgánica (estiércol, compost, mulching), promoviendo la actividad de los microorganismos y protegiendo la superficie con plantas de cobertura.

Las partículas minerales se originan en el subsuelo y las rocas se desintegran en partes cada vez más pequeñas a través de los procesos físicos y químicos, estas partículas contienen nutrientes que son lentamente liberados en el proceso de meteorización. Las raíces y algunos microorganismos pueden disolver activamente los nutrientes de las partículas minerales y los pueden usar para su crecimiento, las plantas necesitan minerales para construir la materia orgánica y los procesos fisiológicos.

Aparte de los tres factores que componen el suelo hay que señalar la importancia que tienen los microorganismos porque estos ayudan a descomponer el material orgánico con partículas del suelo y así promover el desarrollo de partículas de suelos estables, hacen túneles que facilitan el enraizamiento profundo de las plantas y la buena aireación, ayudan a liberar nutrientes de las partículas minerales y a contralor las plagas y enfermedades que afectan las raíces de los cultivos.

Entre los microorganismos mas conocidos del suelo están las lombrices, las arañas, las babosas y los caracoles, los abejones, las bacterias, las algas, los hongos y los protozoarios.

Labranza del suelo. En agricultura orgánica la practica de la labranza del suelo debe crear las condiciones necesarias para el crecimiento de las plantas y como no hay un patrón general para hacerlo el agricultor deberá dependiendo del sistema de cultivo y del tipo de suelo seleccionar los patrones apropiados a sus condiciones, la idea es hacer el mínimo de intervenciones y escoger métodos que conserven las cualidades naturales del suelo.

Las prácticas de laboreo son implementadas durante varias etapas del ciclo del cultivo como la post-cosecha, preparación del semillero, labranza inicial y en medio del cultivo.

Algunas de las razones más importantes por que se debe hacer el laboreo del suelo son:


Aflojar el suelo para facilitar la penetración de las raíces de la planta.
Mejorar la aireación del nitrógeno y del oxígeno.
Promover la actividad de los organismos del suelo.
Incrementar la infiltración de agua.
Reducir la evaporación.
Destruir o controlar las malezas y las plagas del suelo.
Incorporar residuos de cultivos y estiércoles en el suelo.
Preparar bien el sitio para semillas y plántulas.
Restauración de la compactación del suelo causada por actividades previas.

Suelo y agua. Un recurso también muy importante y asociado con el manejo orgánico del suelo es el agua, elemento valioso y escaso. Para la producción orgánica la conservación activa, cosecha y almacenamiento del agua, es un tema sensible que requiere un adecuado manejo por parte del agricultor.

MANEJO ORGÁNICO DE PLAGAS Y ENFERMEDADES

El manejo orgánico de plagas y enfermedades consiste en una variedad de actividades que se complementan a corto y largo plazo, en el corto plazo esta el control, actividad que se concentra en el exterminio de plagas y enfermedades y en el largo plazo esta el manejo, actividad enfocada a mantener las actuales poblaciones de plagas y enfermedades en un nivel bajo.

Para la agricultura orgánica es mejor tratar las causas en lugar de los síntomas así el manejo y control de las plagas y enfermedades es mas una actividad preventiva que curativa.

Una planta saludable es menos vulnerable a la infestación por plagas o enfermedades, por lo que el agricultor orgánico debe crear las condiciones que permitan a las plantas mantenerse vigorosas y resistentes contra los ataques de las plagas y enfermedades.

Los factores que pueden influir en la salud de la planta dependen en gran parte de la fertilidad del suelo y de las condiciones climáticas (temperatura, agua, aire) los cuales deben estar repartidos proporcionalmente para mantener el equilibrio.

Las plantas poseen diferentes mecanismos de defensa para protegerse del ataque de plagas y enfermedades como la tolerancia, la defensa activa o el mecanismo sin preferencia.

Las principales características de cada uno de los sistemas inmunológicos se describen a continuación:

Tolerancia: Las plantas reproducen sus hojas a una velocidad tal que les permite recuperarse del ataque sin ser mayormente afectadas en su crecimiento o su nivel de producción.

Sin preferencia. Factores que disuaden a las plagas o carecen de estimulación para atraerlas, estos mecanismos incluyen: un color que no atrae a ciertas plagas, falta de ciertos factores nutricionales esenciales para la plaga o enfermedad, un crecimiento poco atractivo, largos y pegajosos pelos que afectan la habilidad de los insectos de caminar o comer ciertas plantas, un fuerte olor u aroma que repele los insectos y hojas cubiertas de cera que no se dejan penetrar fácilmente.

Defensa activa. La planta es resistente porque previene, daña y a veces destruye la plaga que entra en contacto directo, los mecanismos que utiliza la planta son sustancias en las hojas que inhiben etapas esenciales en el metabolismo de los insectos y plagas, sustancias tóxicas en las hojas que dañan al comerlas a las plagas y pelos que emiten sustancias pegajosas que dificultan el movimiento.

Como medidas preventivas para el manejo de plagas y enfermedades en la agricultura orgánica IFOAM a través de su manual en Agricultura Orgánica , recomienda:

Selección de variedades resistentes y adaptadas.
Selección de semillas y material de planta limpios.
Uso de un sistema de cultivo adecuado (cultivo mixto, rotación de cultivos, abonos verdes y cultivos de cobertura).
Manejo balanceado de nutrientes.
Aplicación de materia orgánica.
Aplicación de métodos de labranza apropiada.
Buen manejo del agua.
Conservación y promoción de los enemigos naturales.
Selección del momento y el espaciamiento óptimo para plantar.
Utilización de las medidas sanitarias apropiadas.
Tratamiento adecuado de la semilla (físico, botánico o biológico).

Las medidas curativas para el control de plagas y enfermedades son aquellas que se hacen para controlar las plagas y enfermedades después que estas han infectado el cultivo, las principales son:

Control biológico con predadores o microbios antagonistas.
Insecticidas naturales basados en preparaciones de hierbas y otros productos naturales.
Control mecánico con trampas (trampas de luz, hueco, pegajosas, de feromonas) o remoción manual.

MANEJO ORGÁNICO DE MALEZAS

La maleza, son plantas que crecen en lugares o en épocas inapropiadas compitiendo con los cultivos por agua, nutrientes, luz solar y dificultando su crecimiento. El manejo orgánico de las malezas se encarga de crear condiciones adversas para su desarrollo, entre las medidas preventivas y de supresión de las malezas están:

Uso del mulching.
Coberturas vivas verdes.
Rotación de cultivos.
Tiempo y densidad de la siembra.
Fertilización balanceada.
Diferentes métodos de labranza del suelo.
Prevención de la diseminación de las malezas eliminándolas antes de la dispersión de las semillas.
Prevención de la inseminación de los cultivos por malezas.
Control mecánico (deshierbe manual).

BENEFICIOS AMBIENTALES DE LA AGRICULTURA ORGÁNICA

La práctica de la agricultura orgánica ha demostrado beneficios sobre el medio ambiente, según la FAO los beneficios son sostenibilidad a largo plazo, servicios ecológicos y mejorías de la biodiversidad, del suelo, el agua y el aire.

Las características específicas de cada uno de los beneficios ambientales de la agricultura orgánica se presentan a continuación:

Sostenibilidad a largo plazo. La agricultura orgánica tiene en cuenta los efectos a mediano y largo plazo de las intervenciones agrícolas en el agroecosistema. Tiene como propósito producir alimentos a través del equilibrio ecológico para proteger la fertilidad del suelo, promover la biodiversidad y manejar y controlar las plagas y enfermedades.

Servicios ecológicos. Al favorecer la interacción del agroecosistema con los recursos naturales se logra una relación beneficiosa entre la producción agrícola y la conservación de la naturaleza. Entre los servicios ecológicos que se obtienen esta la formación, acondicionamiento y estabilización del suelo, reutilización de los desechos orgánicos, retención del carbono, circulación de los nutrientes, depredación, polinización y suministro de hábitat.

Biodiversidad. En la agricultura orgánica se prefieren las semillas y las variedades tradicionales y adaptadas, se hacen diversas combinaciones de plantas y animales que optimizan los ciclos de los nutrientes y la energía para la producción agrícola. También se mantienen zonas naturales dentro y alrededor de los campos de cultivo, no se utilizan insumos químicos y se propicia un hábitat adecuada para la fauna y la flora silvestres. Como si fuera poco, se emplean especies subutilizadas que reducen la erosión de la agrobiodiversidad y crean una reserva de genes más sana y base de la futura adaptación.

Suelo. Las prácticas de enriquecimiento de los suelos son fundamentales en la agricultura orgánica, entre las más usuales están la rotación de cultivos, los cultivos mixtos, las asociaciones simbióticas, los cultivos de cubierta, los fertilizantes orgánicos y la labranza mínima, beneficiando la flora y la fauna del suelo, su proceso de formación y estructura, incrementa la biodiversidad así como la circulación de nutrientes y agua, a la vez que previenen la erosión y mejora la productividad.

Agua. Se evita la contaminación de aguas subterráneas por plaguicidas y fertilizantes sintéticos, porque su empleo esta completamente prohibido en la agricultura orgánica.

Aire. La práctica de la agricultura orgánica contribuye a mitigar el efecto invernadero y el calentamiento global mediante su capacidad de retener el carbono en el suelo; reduce la utilización de energía no renovable al disminuir la necesidad de sustancias agroquímicas cuya producción requiere una gran cantidad de combustibles fósiles.

TRANSICIÓN HACIA LA AGRICULTURA ORGÁNICA

Para que un producto se pueda comercializar como orgánico, la unida de producción debe primero pasar por una etapa de transición del modelo convencional al orgánico. La transición agrícola es el período de tiempo necesario –generalmente de 2 a 3 años- para que el productor cambie las prácticas agrícolas actuales que se basan en mecanismos externos como el uso de agroquímicos, hormonas y energía no renovable por el uso de técnicas y mecanismos de control y regulación internos del agroecosistema.

Durante el proceso de transición se identifican tres etapas, las cuales permiten alcanzar la estabilización de los sistemas ecológicos. Las etapas del proceso de transición son en detalle:

1. Aumento de la eficiencia. Los agroecosistemas son modificados con el objetivo de reducir el consumo de insumos externos y rebajar los costos de producción. Se busca mejorar la estabilización estructural del suelo, recurso base para la producción orgánica.

2. Substitución. Eliminación total del uso de agroquímicos y adopción de compuestos o elementos de base orgánica o biológica que no impacten el medio ambiente.

3. Rediseño del sistema agrícola. Desarrollo de sistemas de gestión y técnicas que promuevan la interrelación entre animales y vegetales y se mejore la biodiversidad, así como la diversificación espacial y temporal de los cultivos y el reciclaje de residuos.

CERTIFICACIÓN ORGÁNICA

Para comercializar los productos orgánicos especialmente en los mercados internacionales, la unidad de producción debe estar certificada. La certificación es el procedimiento anual por medio del cual una tercera parte –entidad certificadora- verifica que el proceso de producción cumple los requisitos de una determinada norma orgánica.

A través de la certificación orgánica el productor asegura a sus clientes que sus productos han sido obtenidos de conformidad con los estándares de las normas de producción orgánica reconocidas tanto en el ámbito nacional como internacional. La certificación puede ser para la totalidad del terreno donde esta la producción o para una parte de este y no solo se puede certificar las actividades agrícolas, apícolas, pecuarias sino también las empresas de procesamiento de alimentos, así como las comercializadoras y las empresas que proveen insumos para este tipo de agricultura.

Existen tres tipos de certificación orgánica, siendo la ultima la más importante para comercializar los productos en los mercados orgánicos internacionales, están son:

1. De primera parte. La propia organización o unidad productiva declara cumplir con una norma orgánica. La organización realiza controles sobre la calidad del producto en el momento de su elaboración.

2. De segunda parte. Es el reconocimiento que hace un cliente a un proveedor sobre el origen de su sistema de producción. El cliente realiza una auditoria o control y certifica después el producto.

3. De tercera parte. Reconocimiento por parte de un organismo independiente, que actúa en nombre de múltiples clientes. Es una garantía para el consumidor ya que él no tiene acceso a controlar a quienes producen o proveen los productos que consume.

La certificación de tercera parte se creo para garantizar la independencia e imparcialidad en la evaluación de la conformidad de las características de un producto y/o de su método de producción, respeto a un pliego de condiciones en este caso al cumplimiento de las normas de producción orgánica.

Una vez los productos son certificados a través de un documento emitido conforme a las reglas de un sistema de certificación, a los productos certificados se les permite adicionar una etiqueta o sello de certificación que garantiza la conformidad con cierta norma de producción orgánica.

Las ventajas de la certificación orgánica son:

Identificar y diferenciar el producto.
Dar credibilidad al trámite mediante la garantía de un organismo de certificación independiente de los intereses económicos en juego.
Crear valor agregado a todos los niveles de una cadena de producción determinada.
Ser mejor conocido y reconocido.
ganar y/o conservar la confianza de los consumidores.

Etapas del proceso de certificación orgánica. Para alcanzar la certificación orgánica la parte interesada –el productor- debe conocer de antemano la norma sobre la cual quiere certificarse de acuerdo al mercado destino de sus productos ya sea nacional o internacional y averiguar cuáles certificadoras son las que tienen mayor reconocimiento y aceptación por parte de los intermediarios y consumidores finales.

La selección de la agencia certificadora es muy importante, debe estar reconocida oficialmente y ser de confianza para el comprador en el país importador.

Con estos antecedentes por parte del productor las etapas comunes -pueden variar de acuerdo a la certificadora elegida- del proceso de certificación orgánica que deberá enfrentar el productor.

Contacto con la entidad certificadora. El productor establece contacto con la entidad con la que desea obtener la certificación. Esta le entrega el formulario de solicitud y el paquete de certificación (manual de normas; procedimientos de la certificadora; lista de insumos autorizados; métodos permitidos por la certificadora para controlar hierbas, enfermedades y plagas; formularios para solicitar el permiso de venta del producto o para utilizar algún insumo de uso restringido, etc.).

Enviada la solicitud de certificación por el productor, hacia la empresa certificadora, ésta elabora un presupuesto que será enviado al productor para su aprobación. Una vez aceptado el presupuesto, el productor, debe enviarlo de vuelta firmado adjuntando con este documento los datos solicitados por la certificadora para la confección del contrato. Una vez realizado el contrato debe ser firmado notarialmente por ambas partes (productor y empresa certificadora), cancelando un porcentaje del presupuesto aceptado y documentando el resto.

Inspección del predio. El productor debe llenar un cuestionario (ficha de inspección) con la información del predio que desea certificar como orgánico Aquí debe hacer mención a la historia del campo, superficie, cultivos, rotaciones, fertilizaciones, control de plagas y enfermedades, además de describir prácticas culturales actuales, y un plan de manejo del predio, donde indique las rotaciones culturales, para los próximos años. Es necesario que el productor mantenga, dentro de lo posible, registros de todas las ventas y compras ocurridas en el predio.

Una vez que el productor ha completado la ficha de inspección, la certificadora designa a un inspector calificado para que realice la visita al predio y verifique la información entregada. Es importante señalar, que para la primera inspección el productor deberá tener a mano: el plano del predio con los deslindes, individualizando cultivos y parcelas en que se divide el predio en ese momento, copia de la ficha de inspección completa y cualquier documentación adicional que pueda aportar datos para describir de mejor manera el predio y por supuesto, el contrato que firmó con dicha empresa certificadora.

El inspector calificado constata en terreno los datos entregados en la ficha de inspección. Así él observa la condición de los cultivos sembrados en la finca; la cantidad de tierra ocupada; el manejo de la fertilidad y conservación del suelo; el origen, estado y cantidad de la semilla, almácigo o el material de siembra utilizado en la finca para establecer la plantación; ubicación de la finca, los cultivos vecinos; manejo de malezas, plagas y enfermedades; las fuentes de agua y riego; la actividades de cosecha.

Además verifica los métodos; el lugar y las condiciones de almacenamiento, ventilación, aislamiento y control de roedores y otras plagas; manejo poscosecha; documentación de las ventas del producto; las cantidades vendidas como orgánicas; los números de identificación de los lotes de ventas; el mercado destino de dichos productos; y en general cualquier información relacionada con comercialización que tenga que ver con la certificación orgánica.

Finalmente el inspector evalúa el riesgo de contaminación del suelo, del producto o de las aguas, y si existe alguna sospecha de contaminación, puede tomar las muestras respectivas para ser analizadas en un laboratorio autorizado. Además revisa las notas y registros de compra y venta de insumos que deberán llevarse como los registros contables y estar disponibles en todo momento.

En general las empresas certificadoras solicitan los siguientes registros:

Compras y aplicación de abonos.
Compra de alimentos y forrajes.
Compra, elaboración y uso de productos fitosanitarios autorizados.
Prácticas culturales realizadas.
Plan de manejo de plagas, enfermedades y nutrición.
Uso y calidad del material de siembra y plantación.

Después de que el inspector ha hecho la inspección, realiza un informe de lo que observó en la finca. En este el inspector describe como está siendo manejada la finca en cada uno de los puntos citados. El inspector entrega el informe directamente a la certificadora donde es posteriormente revisado por un comité especializado. Es muy importante que el productor sepa que el inspector no es la persona que decide si dar o no la certificación.

Comité de certificación. Dentro de la certificadora existe el Comité de Certificación, que es un grupo de personas que conocen las normas de producción y colaboran con la certificadora, son ellas las encargadas de decidir si la empresa que solicitó la certificación tendrá o no la certificación aprobada.

En caso de que encuentren que no se esté cumpliendo con algunas de las normas de producción, para este efecto, el comité redactará una carta dirigida al productor para darle ciertas recomendaciones que debe realizar para mejorar las prácticas orgánicas de manejo en la finca. Estas recomendaciones tienen un plazo para ser cumplidas.

Certificado orgánico y uso del sello orgánico. Si se cumple con las normas de producción, el Comité de Certificación procederá a dar el visto bueno para emitir el Certificado Orgánico y el productor podrá colocar el sello orgánico de la certificadora en sus productos.

El certificado orgánico tiene normalmente validez por un año, y puede incluir todos los cultivos que hasta el momento tiene sembrado el productor, o bien los cultivos que necesitan la certificación para poder ser comercializados. Si a la mitad del periodo el productor decide sembrar un cultivo nuevo debe informar a la certificadora para incluirlo dentro de la certificación actual.

Valor de la certificación orgánica. El costo de la certificación orgánica esta directamente relacionado con variables como la norma o normas a certificar, las características del cliente, el tipo y complejidad del proceso productivo, el número de productos, especies, razas, colmenas, productos a procesar o productos a exportar.

Además del número de unidades a controlar, la superficie total del proyecto, el tamaño de la empresa (micro, pequeña, mediana, grande), la condición del producto, los gastos operativos de la inspección y si hay paralelismo (coexisten dos cultivos uno con producción orgánica y el otro con producción convencional).

Las tarifas cobradas varían de acuerdo a los factores enumerados anteriormente y a la certificadora por lo que se recomienda solicitar una explicación clara de la estructura de costos al escoger un agente certificador.

La certificación se puede hacer a nivel individual o a nivel grupal (este último permite bajar los costos de certificación) y certificar ya sea producción vegetal, animal, apícola, recolección silvestre o productos procesados.

Acreditación de las entidades certificadoras. Las entidades certificadoras son organismos terceros que realizan la certificación, pero para que puedan emitir dicha certificación deben estar acreditas.

La acreditación es el reconocimiento de la conformidad de un organismo de certificación a los requisitos de la norma ISO 65 “Requisitos generales para entidades que gestionan sistemas de certificación de productos”.

Los principios generales que contempla la norma ISO 65 son la imparcialidad (hecho de ser equitativo entre los postulantes a la certificación y no dejarse perturbar por consideraciones partidarias), la independencia (hecho de ser libre ante cualquier sugerencia, presión, ser autónomo); la competencia (idoneidad para desarrollar adecuadamente la función de entidad certificadora).

La acreditación es muy importante para las entidades certificadoras porque:

Declara que las entidades acreditadas son competentes e imparciales;
Les permite, a nivel internacional, conseguir la aceptación de sus servicios y el reconocimiento de sus competencias;
Unifica y simplifica los números trámites de reconocimiento de los operadores;
Evita a las empresas exportadoras los reiterados controles que deben hacer para tener acceso a los mercados internacionales;
Establece y promueve la confianza a nivel internacional al comprobar la competencia de los operadores.

Los gastos de la acreditación de las entidades certificadoras varían según el organismo que las realiza, el número de sistemas de certificación a acreditar, el número de categorías de productos certificados, el tamaño del organismo de certificación, el proceso suele ser costoso.

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